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Glaucoma en la infancia
junio 21, 2020

Glaucoma y embarazo

Abordaje del glaucoma durante el embarazo

24 junio 2020 | Autor – Carmen Méndez Hernández

La necesidad de tratar a una mujer con glaucoma durante el embarazo es cada vez más frecuente en la práctica clínica diaria. Obviamente, no existe la posibilidad de realizar estudios o ensayos clínicos en mujeres embarazadas por las implicaciones éticas que conlleva por lo que la información científica acerca del tratamiento en esta situación se obtiene de series de casos clínicos o estudios experimentales en animales. En los últimos años, se han publicado revisiones bibliográficas que tratan de precisar cuál podría ser el tratamiento hipotensor ocular más seguro para el feto durante el embarazo.
La incidencia de glaucoma en la población joven es baja. Menos del 0,5% de la población por debajo de los 40 años tiene glaucoma. Sin embargo, se estima que más del 25% de los oftalmólogos han tenido que tratar alguna mujer embarazada, la cual nos planteará su preocupación sobre la seguridad del tratamiento antiglaucomatoso durante el embarazo y la lactancia. Los avances en el tratamiento médico y quirúrgico del glaucoma de la infancia, han contribuido a que las pacientes lleguen a la edad adulta con una buena función visual que debemos preservar durante su etapa fértil.
El descenso de la presión intraocular durante el embarazo es un hecho, llegando a reducirse hasta un 10%, siendo más acentuado en el tercer trimestre del embarazo e incluso en el postparto
El aumento de progesterona y los cambios hormonales generales que aumentan del flujo de salida del humor acuoso, el descenso de la presión venosa epiescleral debido al descenso de presión venosa en las extremidades superiores y la acidosis metabólica del embarazo parecen ser los principales responsables. Este elemento protector hormonal no implica un mejor control del glaucoma durante el embarazo y la progresión de la enfermedad podría darse en aproximadamente el 10% de las mujeres embarazadas. En algunas series de casos publicadas el glaucoma se mantuvo estable durante el embarazo en más del 50% de las pacientes. Sin embargo, a pesar de la tendencia natural a la hipotensión ocular durante el embarazo, algunas pacientes sufren progresión de la enfermedad durante el embarazo.
Muchas de las pacientes que precisan tratamiento durante el embarazo tienen glaucoma de la infancia, inflamatorio o pigmentario han precisado varias cirugías antes del embarazo o presentan una afectación campimétrica avanzada. La necesidad de mantener la función visual de las pacientes frente a la cuidadosa consideración de los riesgos potenciales del tratamiento médico o quirúrgico, tanto para la madre como para el feto deben ser bien consideradas.
La decisión de tratar o no tratar así como elegir el tipo de fármaco más adecuado debe ser considerada de forma individualizada y consensuada con la paciente. Las opciones de tratamiento durante el embarazo son más limitadas por lo que sería recomendable prever en la medida de lo posible el embarazo, y explicar a la paciente la importancia de comunicárselo lo antes posible al oftalmólogo con el objetivo de poder controlar la PIO con el menor número
de colirios posible. Siempre que sea posible se debe suspender el tratamiento médico durante la gestación ya que el embarazo es una situación limitada en el tiempo, y hay una tendencia natural al descenso de la PIO durante la gestación.
Pero si el tratamiento médico es insuficiente para controlar la PIO y la paciente está con multiterapia, será necesario suspender al menos parte del tratamiento durante el embarazo por riesgo de complicaciones para el feto y se debe considerar el tratamiento quirúrgico o la trabeculoplastia láser antes del embarazo. No hay estudios que permitan garantizar el 100% de seguridad del feto por lo que aun en los casos en los que se precise tratamiento médico durante el embarazo por riesgo de progresión se recomienda suspenderlo en el primer trimestre, periodo de más riesgo de malformaciones fetales.
En los casos en los que sea necesario mantener el tratamiento médico deben valorarse los efectos secundarios que puedan acontecer tanto por el paso de la barrera hemato-placentaria del fármaco al feto como los posibles efectos sobre la motilidad uterina y el consecuente riesgo de parto prematuro o aborto.

Guía Clínica tratamiento glaucoma en el embarazo


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